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Exporte un script tradicional perfectamente formateado.
Los tratamientos de las películas son útiles para que los guionistas desarrollen sus ideas de guión sin tener que sentarse a escribir un guión completo. Los tratamientos de guión también son un material útil para ayudar a los guionistas a explicar de forma rápida y concisa su idea de guión a cualquier ejecutivo o productor con el que puedan reunirse. Ahora que ya sabemos lo beneficiosos que son, sigue leyendo para saber cómo escribir el tratamiento de una película.
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El tratamiento de una película o tratamiento de guión es un documento práctico que traduce el concepto de tu guión en una idea troncal, un resumen de la historia en prosa y descripciones de los personajes. Los tratamientos de las películas se pueden escribir después de que se ha terminado el guión o antes para usarlos como herramienta de presentación o elemento de planificación en tu proceso de escritura.
La longitud de los tratamientos de las películas puede variar considerablemente. Los tratamientos de los largometrajes pueden tener entre 5 y 12 páginas, y algunos hasta 20 (o más). Algunos guionistas pueden hacer la versión reducida de un tratamiento que solo tenga entre 1 y 3 páginas. Un tratamiento para televisión puede ser más largo porque incluye información sobre los episodios o los arcos de la temporada.
Dado que no hay reglas estrictas sobre la escritura de un tratamiento, es realmente el guionista quien decide la longitud. Lo único que se quiere es que el tratamiento sea tan extenso como sea necesario para transmitir la historia a alguien. Personalmente, me gusta que mis tratamientos sean lo más cortos que se pueda; no quiero perder a un lector por hacer un documento demasiado largo. Solo deseo que mi tratamiento contenga la información esencial para que la historia se entienda y emocione.
La mayoría de tratamientos tiene las siguientes secciones y formatos:
Una idea troncal es el resumen de tu película en una frase.
Detalla a tus personajes clave y haz que el público entienda por qué debería interesarse por ellos. ¿Qué los hace interesantes? ¿Qué los hace agradables o desagradables? En este caso no es necesario un desarrollo completo de los personajes.
Ahonda en tu idea troncal al proporcionar un resumen de tu película. Tal vez quieras mencionar el tema o la principal cuestión dramática en la que se centra tu película. También puedes mencionar el tono, los factores de escenario importantes o cualquier factor de fondo crítico relacionado con la historia.
Contar tu historia en tres actos puede ayudar a transmitir rápidamente el principio, el medio y el final al lector. Este formato también te ayuda a ti, como guionista, a entender todo lo que ocurre en cada acto. Un desglose de los actos puede mostrar cómo se unen todos los hilos argumentales clave y dar a los guionistas una mejor comprensión de tu historia, sin necesidad de llegar a desglosar las escenas.
Recuerda que cada tratamiento es diferente, por lo que algunos pueden contener elementos distintos de otros. Es responsabilidad del guionista averiguar qué información debe incluir para ayudar a transmitir su concepto. Por ejemplo, es posible que tu guión tenga asociada una construcción del mundo muy específica y compleja. Si ese es el caso, probablemente deberías incluir una sección dedicada a explicar el mundo, quizás con algunos ejemplos de tratamiento visual.
Puede que te sientas tentado a dejar la parte final vaga para que el lector quede en vilo, pero este es uno de los errores más comunes. Un tratamiento no es el momento para eso. Lo que debes hacer es que el lector entienda toda la trama de principio a fin. Así que asegúrate de explicar el final. ¿Cómo termina la historia? ¿Qué ocurre con los personajes? ¿Las escenas finales dan pie a una secuela?
Dado que la estructura de un tratamiento se deja principalmente en manos de la persona que lo escribe, puede ser difícil saber si da en el clavo. Una forma excelente de saber si el tratamiento es eficaz es pedir a amigos o familiares que lo lean y que te repitan su impresión sobre la película.
También tengo una serie de preguntas que me gusta hacer para verificar la solidez de mi tratamiento. Si un tratamiento las responde, probablemente significa que es riguroso en la explicación del proyecto.
¿Cuál es el tema?
¿De qué trata la historia?
¿Qué quiere el personaje principal y cómo el conflicto interactúa con lo que quiere y desea?
¿Qué está en juego en el conflicto?
¿Cómo se resuelve el conflicto?
¿Al final qué han aprendido, obtenido o perdido los personajes?
Sabemos que quieres ver cómo se hace y por ello hemos reunido tres ejemplos diferentes de tratamientos de guiones de películas reales producidas para que puedas ver cómo los guionistas encararon sus documentos. Puedes utilizarlos como plantilla para tus tratamientos.
Tratamiento de Mr. and Mrs. Smith, escrito por Simon Kindberg
Tratamiento de Halloween H20, escrito por Kevin Williamson
Tratamiento de The Terminator, escrito por James Cameron
Los tratamientos de guiones pueden ser una excelente herramienta para que los escritores exploren y comprendan la trama de la historia antes del proceso de escritura propiamente dicho o para que demuestren su idea a los demás antes del proceso de desarrollo. El tratamiento de una historia es un documento muy individualista y cada escritor debe decidir qué incluir que exprese mejor su historia.
¡Feliz escritura!