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Exporte un script tradicional perfectamente formateado.
Un estudio de la Universidad de Michigan demuestra que nuestro cerebro siente el rechazo de la misma manera que experimenta el dolor físico. El rechazo duele de verdad. Y, por desgracia, los guionistas tienen que prepararse para sentir mucho dolor. ¿Cómo no hacerlo, después de haber dejado tu corazón y tu alma en las páginas, solo para que alguien te diga que no es lo suficientemente bueno?
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Aunque es posible que el dolor por el rechazo nunca desaparezca (al fin y al cabo, está integrado en nuestro sistema), los guionistas pueden mejorar su capacidad de recuperación, lo cual es vital en el mundo del espectáculo.
Le preguntamos al veterano escritor de TV y productor Ross Brown (“Step by Step”, “The Facts of Life”, “The Cosby Show”) cómo entrena a sus estudiantes de la MFA de escritura creativa en la Universidad de Antioch para que se recuperen y dijo que todo está en la mente.
"Creo que tienes que decidir que lo que quieres hacer es escribir y que ese es tu éxito tanto si alguien lo compra como si no. Mantener la inspiración cuando ya te has topado con muchísimo rechazo es realmente difícil. Leerás miles de historias sobre cuántas veces rechazaron Harry Potter o cuántas notificaciones de rechazo recibió Stephen King, pero ya sabes que esas personas se hicieron ricas y famosas, etc., por lo que es más fácil aceptar todo el rechazo porque ya tuvieron éxito", comenta Ross.
Aunque esos son ejemplos de personas con un éxito inmenso, fijarse en los éxitos más pequeños también puede ayudarte a superar el dolor inicial.
Aquí te presentamos un plan de 5 pasos para que los guionistas superen el dolor por el rechazo.
Si alguien rechaza tu guión, tu intento de relacionarte con él o no es amistoso contigo, es totalmente normal sentir dolor. Eso dice la ciencia. Acepta el dolor. Siente el dolor. Es algo humano.
Ya sea un rechazo o muchos, es esencial, como escritor, recordar por qué escribes. ¿Qué te aporta? ¿Qué aporta a los demás? Enumera todas las cosas positivas de la escritura, así como tus cualidades positivas. Ahora, recuerda un momento en el que otra persona haya reconocido el valor de esas cualidades.
Como le gusta decir a nuestro Director general Justin Couto, ¡tú no eres lo que haces! Recuerda que perder un concurso, ser rechazado por un agente o recibir un comentario desagradable de un crítico en las redes sociales no tiene que ver necesariamente contigo. Puede tratarse de algo que has producido, o puede tratarse de los problemas, prejuicios o necesidades de otra persona. Tú no eres tu escrito, aunque reveles gran parte de tu experiencia personal en él.
Ya sean amigos, familiares o desconocidos en Internet, busca personas que te apoyen y te recuerden por qué escribes.
Una vez superado el dolor inicial, da un paso atrás e intenta comprender de dónde procede el rechazo. Puede que no haya sido culpa tuya en absoluto, pero tal vez tu escritura no tenía el nivel que debía. ¿Quizás no seguiste al 100% las reglas de presentación? ¿Quizás tu escrito era excelente, pero el de otra persona era mejor?
“Alguien que asistió a la Conferencia de Escritores de la Costa Central comentó que en lugar de decir, “Soy escritor”, se debe decir, “yo escribo”, comenta Ross. “Me pareció que era un buen consejo usar el verbo, en lugar del sustantivo".
Hacia adelante y hacia arriba,