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Escribir un guion es solamente una parte del trabajo del guionista. Un guionista debe poder resumir y vender su trabajo. Escribir un tratamiento cinematográfico convincente es una habilidad importante que todo guionista debe desarrollar. ¿Qué es un tratamiento cinematográfico y cómo se escribe uno? Sigue leyendo mientras me adentro en el mundo de los tratamientos y ofrezco algunos ejemplos de tratamientos cinematográficos.
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La mejor manera de considerar un tratamiento cinematográfico es como un plano de tu película. Un tratamiento es un documento escrito en prosa que pretende resumir un guion. Un tratamiento cinematográfico debe esbozar el argumento, desglosar los personajes y comunicar los principales temas y el tono. Un tratamiento puede tener una extensión de entre 5 y 15 páginas.
No existe una norma en la industria sobre la redacción de un tratamiento, así que no dudes en aplicar tu creatividad. Un tratamiento puede contener ejemplos de diálogos, información sobre las locaciones, ejemplos de tomas específicas e incluso descripciones de la música. El tratamiento debe incluir todo lo que sea necesario para que el mundo de tu guion cobre vida, pero no lo hagas demasiado denso ni cargado de detalles interminables.
Si el guion es un piloto para un programa de televisión, el tratamiento a menudo profundizará en la primera temporada del programa, proporcionando breves resúmenes de los episodios y un plan sobre el rumbo de la trama general del programa.
Un tratamiento cinematográfico puede ser una herramienta útil para ayudar a un guionista a desarrollar y planificar su guion. Algunos guionistas escriben los tratamientos incluso antes de redactar el primer borrador porque puede ser una forma de trazar la historia general y perfeccionar los personajes.
Un tratamiento también puede servir para presentar el proyecto a agentes, productores o ejecutivos. Un tratamiento atractivo puede animar a la gente a leer el guion y ayudarte a venderlo. También puede ser una herramienta útil para explicar la película a posibles inversionistas.
Entre los componentes clave de un tratamiento tenemos:
Título
Nombre e información de contacto del guionista
Idea troncal
Género
Resumen
Descripciones de los personajes
Temas
Tono
Si el tratamiento es para el guion de un piloto, también debe incluir:
Breves resúmenes de los episodios de la primera temporada
Una descripción de hacia dónde se dirigen las futuras temporadas
Puedo describir los tratamientos cinematográficos y los principales elementos que contienen, pero a veces ver ejemplos es la mejor manera de aprender. He aquí algunos ejemplos útiles de tratamientos cinematográficos que muestran lo variados que pueden ser los tratamientos.
"Halloween H2O: 20 Years Later" (1998)
Este tratamiento escrito por Kevin Williamson detalla minuciosamente el argumento de la película. Presenta algunos momentos de diálogo, pero el enfoque principal de este tratamiento es desglosar los tres actos y explicar la historia.
"Mr. & Mrs. Smith" (2005)
Este tratamiento, escrito por Simon Kindberg, es un buen ejemplo de tratamiento claro y conciso que presenta eficazmente a los personajes y explica la historia.
"My Own Private Idaho" (1991)
Escrito por Gus Van Sant, este tratamiento es interesante por lo diferente que es de la película terminada, sobre todo en lo que respecta al personaje principal. Desglosa la película por lugares y presenta momentos de diálogo.
"The Shining" (1980)
Escrito por Stanley Kubrik, este tratamiento tiene unas 80 páginas. Este tratamiento proporciona una visión interesante de la visión artística de Kubrik para esta adaptación.
"The Terminator" (1984)
Este tratamiento, escrito por James Cameron, conocido por sus largos tratamientos, ofrece un relato detallado de la historia de la película.
Espero que este blog te haya servido para aprender más sobre los tratamientos cinematográficos. Utiliza estos ejemplos para poder elaborar tus propios tratamientos cinematográficos. Recuerda que quieres que tu tratamiento represente el mundo de tu guion y le dé vida. No dejes que tu tratamiento se vea afectado por detalles innecesarios; solo comparte lo que es esencial para representar tu historia. ¡Feliz escritura!