Cómo Mantenerte Concentrado al Escribir

Para mantenerte concentrado en tu proyecto de escritura, aplica estas sugerencias de manera consistente:

La concentración para escribir no la encontrarás en una taza de café y no se trata de algo mágico que experimentan unos pocos escritores selectos: se necesitan sugerencias probadas como las anteriores para determinar qué es lo que mejor funciona para ti. Si la dejas al azar, la concentración en la escritura se desvanece. Pero si sigues la guía detallada que te presentamos a continuación, ¡te sorprenderá la cantidad de trabajo que puedes hacer en el mismo periodo de tiempo!

Cómo Mantenerte Concentrado al Escribir

No hay nada que se sienta mejor que un día de escritura productivo. A continuación, te explicamos cómo hacerlo con regularidad.

Encuentra tu fluidez

Conoces esa sensación: comienzas a escribir y antes de que te des cuenta, han pasado las horas y te preguntas dónde se fue el tiempo. Esa sensación se llama "fluidez". En esencia, se trata de una fuerte concentración que solo se produce cuando se está completamente involucrado en la tarea.

Para encontrar tu fluidez, tienes que dejar de lado todas las distracciones y, normalmente, también tienes que disfrutar o sentir curiosidad por la tarea que estás realizando.

Para tener más posibilidades de encontrar tu fluidez, sigue los pasos 2 a 10 que se indican a continuación.

Prepárate la noche anterior

Al limitar las decisiones que tendrás que tomar mañana, harás más espacio en tu cerebro para concentrarte en la escritura. Es muy sencillo distraerse cuando el día acaba de empezar, y la diferencia es enorme si puedes evitar las distracciones que consumen tu valiosa energía y motivación.

Cosas tan sencillas como decidir qué ropa vas a llevar, qué vas a comer o a qué hora saldrás a trabajar pueden restarte una energía preciosa que podrías utilizar para escribir.

Si planeas escribir por la mañana, visualiza rápidamente cómo será tu mañana. Con suerte, esto incluye respirar profundamente antes de salir de la cama, evitar el dispositivo móvil a toda costa y, tal vez, poner el despertador un poco antes de lo habitual.

Levántate más temprano

Hablando de poner el despertador un poco antes de lo habitual, trata de desplazar tu tiempo de escritura a la mañana si estás acostumbrado a escribir por la noche.

Según la ciencia, la gente es más proactiva en la mañana y puede anticipar problemas y desarrollar soluciones para estos antes de levantarse. Esto hace que la gente mañanera sea también más productiva e incluso más feliz.

Si bien no todo el mundo realiza su mejor trabajo por la mañana, se debe decir algo sobre la gente mañanera: a menudo hacen más cosas en 24 horas que la gente que no es mañanera porque emplean el tiempo en que no se distraen para concentrarse en sus prioridades. Antes de que los demás en casa se hayan levantado, las personas mañaneras han terminado con lo que sea más importante para ellos, apropiándose de ese tiempo y no dejando que nadie más se interponga en lo que más quieren.

Termina lo más difícil primero

Una tarea difícil se vuelve más complicada a medida que el día se alarga y nuestros niveles de energía disminuyen. Y cuando aparece la procrastinación, la capacidad de concentración se ve entorpecida por los continuos pensamientos sobre lo que queda por hacer ese día.

Si tienes tareas complejas en tu lista de tareas pendientes (y quizás escribir sea una de ellas), hazlas primero.

De esta manera, te quitarás las tareas de encima antes de perder la energía y la motivación. Porque la motivación, después de todo, es simplemente energía. No se trata de que perdamos la motivación, sino el impulso para completar una tarea porque ya hemos agotado esa energía en otras tareas (o preocupándonos por otras tareas).

La ciencia demuestra que nuestros cerebros son más agudos durante nuestras primeras horas de vigilia. Ordena tu lista de tareas por las más difíciles a las más fáciles y empieza a eliminarlas. Al final del día, cuando tu energía se esté agotando, solo te quedarán las tareas fáciles.

Evita hacer varias tareas a la vez

Es un reto encontrar un estado de fluidez cuando realizas varias tareas a la vez. ¿Cómo podrías hacerlo, ya que no estás concentrado en una sola cosa, sino que aprovechas la falta de concentración para hacer muchas cosas a la vez?

Aunque seas bueno haciendo varias cosas a la vez, sin duda te impide realizar un "trabajo profundo", que es exactamente lo que es la escritura. Trabajo profundo, un término acuñado por el autor Cal Newport, es la capacidad de concentrarse en una sola tarea y realizarla lo mejor posible. Una mente distraída no puede realizar un trabajo profundo.

Conoce qué te distrae

Mientras escribo este blog, estoy sentada lejos de mi escritorio habitual, que tiene tres monitores, y escribo únicamente desde mi computadora portátil. ¿Sabes por qué? Aunque todos esos monitores me ayudan a realizar un montón de tareas ligeras mucho más rápido, me distraen de la fluidez de la escritura. Hay un momento y un lugar para tres monitores y escribir no es propicio para ese entorno, al menos en mi caso.

Pero eso es lo que tú también tienes que averiguar. ¿Qué te distrae? Descubre qué es lo que te saca de la fluidez de la escritura y haz lo mejor que puedas para eliminar esas cosas.

Mientras tanto, debes entender que distraerse es natural. Es probable que no encuentres tu fluidez para escribir todos los días, pero al menos puedes prepararte para el éxito.

Y si algo te distrae, reconócelo y soluciona el problema. Ahora, vuelve a concentrarte en la escritura.

Utiliza un cronómetro para escribir

Si tienes problemas para concentrarte, te enfrentas a un bloqueo de la escritura o te preocupa apagar el teléfono porque podrías perder la noción del tiempo, una de las mejores cosas que puedes hacer es colocar un cronómetro para escribir.

Los cronómetros para escribir son simplemente un cronómetro que se programa para un corto periodo de tiempo en el que te prometes a ti mismo que vas a escribir.

Esto te obliga a dejar de lado las distracciones y a plasmar las palabras en la página. Cuando se acabe el tiempo, podrás volver a mirar el teléfono. A veces, la simple promesa de un límite de tiempo nos permite concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos.

Las palabras no tienen por qué ser estupendas, pero el simple hecho de empezar es a veces todo lo que necesitamos para lograr un estado de fluidez.

Contemplar una página en blanco es desalentador, pero si te convences de que solo tienes que escribir durante cinco minutos, la idea se vuelve menos intimidante.

Los cronómetros también son un estupendo recordatorio del tiempo transcurrido. Si te fijas un límite de tiempo de diez minutos pero te das cuenta de que no has escrito nada en absoluto una vez transcurrido el tiempo, podrás darte cuenta rápidamente de que acabas de perder diez minutos por estar distraído. Los cronómetros nos ayudan a poner en perspectiva el tiempo perdido.

Cambia tu entorno

Hace unos meses sufrí una crisis de escritura. Me sentaba en el mismo escritorio de siempre, miraba fijamente la pantalla y decidía centrarme en una tarea diferente a los proyectos de escritura que ocupaban un lugar prioritario en mi lista de tareas. No conseguía salir de la depresión.

Entonces, un día, se me ocurrió: ¡tal vez esta oficina sea el problema! Estaba tan acostumbrada al entorno que caía en el mismo patrón de procrastinación, como si fuera un reloj cada día.

Así que trasladé mi computadora a otra habitación de la casa. Y ¡voilá! Tal vez fue la luz de esta habitación, o simplemente fui yo quien rompió una vía neuronal que había incorporado la procrastinación como hábito cuando me sentaba a diario en ese mismo lugar.

Consejo profesional: también puedes emplear esta técnica para deshacerte de otros malos hábitos en tu vida. A veces, ni siquiera tienes que trasladarte a otra habitación. Enciende una vela nueva, cambia el termostato, enciende otra lámpara, ponte frente a otra pared, ve a una cafetería o pon música de fondo o ruido blanco. ¡Si cambias tus patrones, tu mundo cambiará!

Utiliza un calendario

No esperes hasta que te sientas inspirado para comenzar a escribir. Es probable que la inspiración no llegue nunca. Los mejores escritores saben cómo sentarse y trabajar incluso cuando no sienten esa chispa de creatividad.

Para hacer esto, reserva tiempo en tu calendario para cumplir tus objetivos diarios. Si estás escribiendo por motivos de trabajo, dile a tu equipo que no estarás disponible durante ese tiempo Si escribes por placer, considéralo como trabajo y no dejes que tus amigos o familiares te distraigan durante estos bloques de escritura.

Todo lo que tienes que hacer es reservar tiempo en tu calendario y hacer un compromiso contigo mismo. Escribe como si fuera tu trabajo o como si se tratara de una tarea tan importante como cualquier otra en tu lista.

Luego, cúmplela. Reserva ese tiempo en tu calendario como una cita contigo mismo y ¡no te dejes plantar!

Cuida tu salud

Mantener la concentración en la escritura se vuelve mucho más fácil cuando estás sano.

Nutrir tu cuerpo con los alimentos adecuados, tomar vitaminas y dormir lo suficiente contribuyen en gran medida a que te puedas concentrar en tus proyectos de escritura..

Alimentos para el cerebro como vegetales de hojas verdes, bayas ricas en antioxidantes, nueces llenas de nutrientes y cantidades moderadas de cafeína te pueden mantener saciado y energizado durante todo el día.

Y dormir es fundamental. La mejor manera de conseguir un buen descanso nocturno es seguir una rutina para dormir, mantener el dormitorio fresco y agradable, hacer mucho ejercicio durante el día, evitar el alcohol por la noche y dejar de tomar cafeína hacia el mediodía de cada día.

No te olvides de hidratarte con mucha agua para que tu cerebro siga funcionando a niveles óptimos.

Te sorprenderá comprobar cómo el cuidado de tu salud puede tener un impacto significativo en tu capacidad para concentrarte en la escritura.

¿Por qué me desconcentro con tanta facilidad?

Existen algunos motivos por qué algunas personas tienen dificultad para escribir mientras que otros parecen ser máquinas de escritura. La diferencia radica en factores que se encuentran completamente bajo tu control: distracción, sueño, movimiento y alimentación.

Distracción

Es probable que todos estemos de acuerdo en que ahora estamos más distraídos que en ningún otro momento de la historia de la humanidad. Nos vemos bombardeados de avisos y alertas, desde llamadas telefónicas, mensajes de texto y notificaciones de redes sociales, hasta podcasts, televisión e incluso avisos dentro de la música que emergen cuando simplemente tratamos de escuchar buena música clásica de fondo. Estas distracciones en línea nos desconcentran y agotan nuestra energía mental.

Sueño

Hablando de distracciones, nuestro entorno digital está afectando seriamente nuestros hábitos a la hora de acostarnos. Es más difícil conciliar el sueño después de haber estado mirando pantallas todo el día y la falta de hábitos de alimentación saludables, de movimiento y de rutinas saludables para dormir afecta la calidad de nuestro sueño. No dormir significa estar menos alerta durante el día, tener más problemas para concentrarse y luchar más para realizar un trabajo profundo.

Movimiento

La mayoría de estadounidenses pasan menos de dos horas por semana realizando actividad física, menos de la mitad de la cantidad recomendada. Se trata de un círculo vicioso: pasamos horas al día encorvados detrás de una computadora o delante de una pantalla, pero no podemos concentrarnos. Estamos tan cansados por nuestra falta de movimiento que no nos movemos en lo absoluto. Y todo comienza de nuevo el día siguiente. Pero, si podemos darnos un tiempo para realizar alguna actividad física, ya sea una caminata rápida, un paseo en bicicleta o incluso caminar por la casa u oficina cada hora más o menos, podemos lograr maravillas para nuestra capacidad de concentración en la escritura. Esto soltará los músculos, aumentará el flujo sanguíneo, te permitirá concentrarte y te ayudará a dormir mejor por las noches.

Alimentación

La alimentación afecta significativamente nuestra claridad mental y capacidad de concentración en la escritura. Comer alimentos grasosos, pesados y procesados contribuye a nuestra sensación de fatiga. En el extremo opuesto, las dietas muy restrictivas pueden evitar que obtengamos los nutrientes y los ácidos grasos que nuestro cerebro necesita para funcionar. La alimentación puede ser la causa principal de que no duermas bien, no tengas energía para hacer ejercicio y no puedas concentrarte en la escritura.

¿Puedes entrenar a tu cerebro para que se concentre?

Tu cerebro es un músculo potente y de la misma manera en que puedes entrenar tus músculos para levantar pesos más pesados, también puedes entrenar tu cerebro para concentrarse con mayor intensidad y durante mucho más tiempo.

Hacemos ejercicio de manera regular para entrenar nuestros cuerpos y realizar tareas físicas al incrementar lentamente las repeticiones y aumentar la dificultad. Para entrenar nuestras mentes para concentrarse, la practica debe realizarse a diario.

Comienza con unos cuantos minutos de escritura y, cada día, agrega unos minutos más. Cuando te distraigas, toma nota de lo que te distrae, elimina la distracción y comienza de nuevo. Crea un horario disciplinado y cúmplelo.

Cuando sientas que ya no puedes escribir, esfuérzate por seguir uno o dos minutos más. ¡De esta manera, crecen los músculos de la mente! En muy poco tiempo, podrás concentrarte durante grandes bloques de tiempo y te sorprenderá cuánto puedes lograr en la cantidad de tiempo que anteriormente desperdiciabas.

Si te ayuda, recuerda tu objetivo final. ¿Por qué quieres escribir? ¿Qué proyecto deseas llevar a cabo? ¿Cuál es tu "por qué"? Conectarte emocionalmente con tus objetivos de escritura te ayudará a mantenerte firme en la tarea.

Reflexiones Finales

Si te cuesta concentrarte, la solución está dentro de ti. No te conformes con pensar que la idea de concentrarte es una habilidad que simplemente no dominas; analiza en profundidad tu entorno, tus hábitos de vida y tus objetivos para entender por qué te resulta tan difícil mantener la fluidez al escribir.

En algunos sectores, incluido el de la escritura, la capacidad de concentrarse constituye un superpoder. Practica la escritura como una forma de entrenar tu cerebro.

Con unos cuantos y sencillos cambios, puedes volver a concentrarte y hacerlo cada vez mejor.